Resumen
El panorama empresarial actual cambia constantemente en respuesta a la transformación digital. En este contexto, una infraestructura de TI eficiente y económica, en concreto: la computación en la nube, es fundamental para dar a las organizaciones una ventaja competitiva. La computación en la nube permite a las empresas ampliar y reducir rápidamente su escala para seguir el ritmo de las continuas turbulencias del mercado. Sin embargo, ninguna nube puede satisfacer todas las necesidades; las infraestructuras de TI también deben adaptarse a la rápida evolución de los requisitos empresariales. Por lo tanto, es necesario desplegar diferentes modelos de nube, como nubes privadas y públicas. El dilema es que, al adoptar infraestructuras y tecnologías distintas, las organizaciones tienen que enfrentarse a entornos informáticos cada vez más complejos. En este artículo, hablaremos de las opciones de nube que permiten disfrutar de las ventajas de varios modelos de la nube sin complicar el panorama de TI.
El Panorama Informático Actual
A medida que la digitalización ha acelerado rápidamente la transformación de las industrias en la última década, los líderes empresariales pasan a esperar más de sus departamentos de TI. Exigen un servicio mejor y más rápido y una mayor eficiencia operativa y de costos. Además, varias tendencias importantes de la industria han influido significativamente en la dirección de la tecnología de la información, entre ellas:
- El crecimiento de la tendencia de "trae tu propio dispositivo" (BYOD)
- El auge de la Infraestructura Definida por Software (IDE) y la virtualización de servidores
- Adopción generalizada de la computación en nube como principal facilitador empresarial
- Mayor uso del almacenamiento all-flash en aplicaciones empresariales específicas
Retos de la TI Heredada
Las organizaciones que aún operan con configuraciones tradicionales de centros de datos heredadas tendrán dificultades para adaptarse rápidamente a los nuevos cambios del mercado por las limitaciones impuestas por su infraestructura. Este problema surge de la compleja composición de múltiples plataformas y componentes de software, cada uno con consolas de gestión y motores de políticas independientes. Esto da lugar a los siguientes retos:
- Dificultad en la ampliación o reducción en forma dinámica, sencilla y lineal para satisfacer la creciente demanda de los usuarios.
- Mayor complejidad de gestión debido a las operaciones, políticas y procesos vinculados a las plataformas de TI para diversas cargas de trabajo.
- Ciclos de actualización frecuentes y costosos: apenas se actualiza un componente, hay que actualizar el siguiente.
- Una necesidad constante de actualizar el talento para seguirle el ritmo a las nuevas tecnologías que se ejecutan en diferentes plataformas en la nube (multi-nube).
Opciones en la Nube para Reducir la Complejidad TI
Estas dificultades tienen dos áreas principales que deben abordarse: aumentar la eficiencia "haciendo más con menos" y disminuir los costos de funcionamiento, mantenimiento y la elevación de las capacidades de TI . Varias opciones se han vuelto rápidamente populares, y vamos a discutir dos modelos ampliamente aceptados por muchas organizaciones a nivel mundial.
Infraestructura Hiperconvergente (HCI)
HCI es una arquitectura de centro de datos que adopta los principios de la nube, la economía y una arquitectura que da prioridad al software. Consolida la computación, el almacenamiento, las redes y la gestión mediante la virtualización en servidores x86 básicos. Esto simplifica las operaciones, aumenta la eficiencia y la escalabilidad, y mejora la agilidad al tiempo que reduce el costo total de propiedad (TCO). Gestionada en general a través de una única interfaz de usuario, la HCI permite aprovisionar y ejecutar recursos a nivel de máquina virtual (VM) o contenedor a través de un pool de recursos compartidos. Esto permite una alta disponibilidad y movilidad de la carga de trabajo, facilitando un rendimiento eficiente y el escalado de la capacidad.
La HCI también ayuda a las organizaciones a consolidar servidores en una plataforma común en la capa del hipervisor. Esto reduce enormemente el número de servidores físicos en un centro de datos, disminuyendo así el consumo de energía y refrigeración y minimizando la huella de carbono. HCI también disminuye la necesidad de crear un nuevo entorno de hardware físico para cada despliegue, reduciendo significativamente los cuellos de botella operativos y permitiendo a las empresas avanzar con mayor rapidez. En resumen, ha demostrado resolver eficazmente los retos de las infraestructuras informáticas heredadas reduciendo y eliminando la complejidad informática.
Nube Híbrida
Una nube híbrida integra nubes públicas y privadas en un entorno unificado. Esta configuración proporciona control, operaciones y gestión centralizados de los recursos de la nube. Permite a las organizaciones con aplicaciones, datos y sistemas operativos mixtos ampliar su infraestructura de TI local a la nube pública manteniendo el control. Las empresas pueden desplegar cargas de trabajo en nubes privadas y públicas, transfiriendo datos entre ellas a medida que cambian las necesidades y los costes. Las aplicaciones heredadas pueden funcionar en centros de datos locales, mientras que las aplicaciones preparadas para la nube pueden ejecutarse en la nube pública. Desarrollar, probar y adoptar nuevas tecnologías es más eficiente y eficaz, lo que permite a las empresas evolucionar rápidamente y seguir siendo relevantes.
Conclusión
A nivel mundial, el panorama de la infraestructura de TI está experimentando una transformación sin precedentes debido a la digitalización. Las organizaciones deben encontrar constantemente formas de hacer más con menos, aumentando la eficiencia y reduciendo la complejidad de las TI. Muchas se enfrentan a retos a la hora de modernizar su infraestructura de TI heredada, pero una nube híbrida basada en HCI ofrece una salida. Esta configuración proporciona la flexibilidad y la economía de la nube sin sacrificar el rendimiento, la disponibilidad y la fiabilidad. Este enfoque permite a las empresas escalar de forma rápida y rentable sin necesidad de seguir añadiendo hardware, reduciendo así la complejidad de TI. Al crear una reserva de recursos unificada para varias aplicaciones, estas soluciones facilitan la ampliación de la capacidad bajo demanda y la gestión centralizada. De este modo, se reducen los gastos operativos y se acelera la comercialización, con lo que se resuelven eficazmente los problemas que plantean los sistemas informáticos heredados.